Su padre era una Chartreux
La encontraron en una casa abandonada junto a su hermano cuando tenían apenas una semana, al principio intentaron darlos en adopción, pero les empezaron a coger cariño y se los decidieron quedar.
El hermano de Chipi no comía y la veterinaria les dijo que no podían hacer nada y lo perdieron,
pero Chipi comía por dos y ha crecido hasta ser una gran gatita.
Suele estar por la calle hasta las 12 o así que llama a la ventana para que le abran y así poder irse a dormir.
Esta es Chipi :
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